Usted me parece cara conocida
Cercanos, empáticos y modestos. Así se muestran los conductores de los programas de televisión local, sin embargo, detrás de las luces y el maquillaje se esconde lo que los televidentes no alcanzan a apreciar.
Por Ivonne Vera y Carolina Reyes, alumnas de la Carrera de Periodismo, Universidad de Concepción.
El reloj marca la llegada del mediodía, y el matinal de Canal 9 Regional llega a su fin. Los conductores se despiden de sus televidentes y poco a poco los camarógrafos se retiran para grabar el programa que viene a continuación. Con la misma empatía que transmite a través de la pantalla, la periodista María José Llodrá comparte con el equipo de producción tras culminar el espacio.
Delgada, alta y bien vestida, la conductora del matinal Nuestra Casa confía en sus habilidades comunicacionales y, aunque no lo confirme, sabe que es un rostro reconocido de la televisión local. “Prefiero ser cabeza de ratón que colita de león”, señala Llodrá, ya que a pesar de sentirse atraída por los canales nacionales, sabe que es un mercado más duro, competitivo y de difícil acceso.
Sintonizamos otro canal local, y por las pantallas de TVU encontramos a un hombre histriónico, espontáneo y alegre conduciendo el matinal Siempre Juntos. Es Daniel Valdebenito, quien sin tener formación de periodista, ha desarrollado una carrera televisiva que lo apasiona. Sin embargo, la exposición pública es una situación que le desagrada enormemente debido a que “ya no soy yo, sino que soy la imagen de un canal y tengo que tener cuidado con lo que hago”.
Mientras en la mañana continúa la disputa por ganar la atención de la dueña de casa, en el horario vespertino Paula Loyola no tiene competencia. Con su programa Estilo y Vida en TVU, esta periodista llegó desde Valparaíso a presentar lo último en tendencias de moda y estética. “Lo difícil es estar siempre preocupada del vestuario y todo eso, ya que la televisión exige tener una buena imagen”. Esta conductora reconoce que ir a la peluquería y realizarse tratamientos de belleza son parte de su rutina diaria.
Cuando todos se preparan para terminar sus jornadas, una estudiante de Periodismo corre a los estudios de canal 9 regional, ya que otro capítulo de El Gallinero debe comenzar. Francisca Bastías llegó a ser conductora de este espacio juvenil por casualidad. A la joven de 21 años le brillan sus ojos azules al recordar cómo empezó. “Hice una pasantía en el matinal presentando panoramas culturales. Después de eso, me llamaron para hacer una prueba de cámara, ya que la conductora de El Gallinero había renunciado. Me pareció interesante la oferta, pues me encanta la música y la cultura, así que acepté con gusto”. Desde entonces, sus días transcurren entre la agitada vida universitaria y el estudio de televisión que comparte con dos jóvenes conductores.
El día y avanza, y con ello la parrilla programática de la televisión regional. Es cuando los rostros considerados los más serios de los canales locales aparecen. Uno de ellos es Álvaro Miguieles, conductor del espacio informativo de canal 9 regional. Su vida profesional está marcada por el esfuerzo y el compromiso, ya que a pesar de no ser periodista, logró consolidarse como un destacado comunicador en una de las áreas más potentes que sostiene canal 9. “Me siento muy afortunado de hacer lo que me gusta”.
Así como Miguieles, Héctor Veloso es el editor de contenidos de prensa de TVU y conductor del noticiero central. Se considera trabajólico y amante de los sucesos regionales, motivo que lo ha llevado a desechar la posibilidad de probar suerte en la capital. Como hombre de noticias declara que no puede estar desconectado de lo que ocurre a cada minuto, situación que le ha traído más de algún problema, ya que “mi esposa se enoja, porque siempre estoy pendiente de las informaciones y se ha convertido en proceso totalmente inconsciente”.
El televisor se apaga y es entonces cuando todos estos profesionales se dan cuenta de que la realidad que viven dista mucho de la que tienen sus homólogos de las grandes canales nacionales.
El contrato millonario que nunca llegó
Mientras rostros como Felipe Camiroaga, Rafael Araneda y Soledad Onetto reciben grandes sumas de dinero por conducir espacios televisivos en canales de señal nacional, para los presentadores regionales el dinero que reciben no deja de ser una preocupación. Los más afortunados son los que se dedican al periodismo informativo, donde según Héctor Veloso los sueldos pueden llegar a los 600 mil pesos. Bastante más optimista es el caso de Álvaro Miguieles, quien se negó a declarar sus ingresos, pero señaló que “gano bastante dinero y estoy conforme con eso”.
Paula Loyola y Francisca Bastías reconocen que más que trabajar por necesidad económica, para ellas es un pasatiempo, debido a que sus sueldos no superan los 250 mil pesos mensuales. “Mi marido se ríe y me pregunta si recibí mi mesada”, cuenta entre risas Paula Loyola, en tanto que reconoce que está dispuesta a abandonar las cámaras y las luces si aparece una oferta mejor.
Para los rostros matutinos la realidad es más llevadera, pues según Daniel Valdebenito y María José Llodrá, el medio millón de pesos que ganan es bueno, pues sólo trabajan media jornada y la exposición diaria les permite realizar eventos con empresas privadas.
A pesar de que los sueldos están acorde con la realidad local, esto no es un motivo para evadir las responsabilidades y el profesionalismo del medio que más les entretiene.
Rostros, pero nunca tanto
Si van por la calle, la gente los reconoce, pero no se acercan a molestarlos. Las personas no les piden autógrafos, y tampoco lucran con su vida privada porque la farándula todavía no se expande a regiones. En restaurantes las conductoras a veces reciben descuentos y algunos privilegios.
Todos coinciden en que el mayor problema de la televisión local es la escasez de recursos, ya que esto les impide poder realizar lo que quisieran. Además, el apoyo por parte de los auspiciadores penquistas es casi nulo, y así lo confirma Paula Loyola, quien tras recorrer todas las tiendas sin buena respuesta, se resignó a comprar su propio vestuario. “Con 250 mil pesos comprenderás que la plata se me va en la ropa y combustible para el auto, pues vivo en la Base Naval”.
Más que sentirse rostros, consideran que la actividad que escogieron es un trabajo como cualquier otro. Divertido, dinámico, con altos y bajos, y con un contacto permanente con las personas. Prefieren ver el vaso medio lleno, que medio vacío.
Habla el experto
Sebastián Grant y la televisión local
El periodista de espectáculos del Diario El Sur constantemente escribe críticas sobre los protagonistas de la pantalla regional. Él califica a los conductores como rostros entre comillas, ya que cumplen la misión de replicar lo que se hace en Santiago. “Los recursos pueden ser muy pocos, y los equipos limitados, pero eso no tiene que notarse en las transmisiones”.
Este periodista le otorga gran responsabilidad a los equipos de producción por la calidad de los programas. “Hay rostros que se eternizan en los puestos e impiden la renovación”.
Sin embargo, Grant destaca que los conductores tratan de darle una mirada regionalista a los contenidos, lo que les permite más cercanía con la gente.