La justificación para casi siete años de circulación ininterrumpida (incluso el 12 de septiembre de 1973 salió a la calle), deben ser necesariamente encontradas en los periódos históricos en que la publicación se desarrolla. Primero durante el gobierno de la Unidad Popular y luego en los cuatro primeros años del régimen militar.
Las expectativas de los sectores ligados a la Unidad Popular respecto del diario siempre fueron muy elevadas. Fue en esos años un extraordinario y moderno medio de comunicación capaz de vehicular de manera periodística, especialmente los mensajes de gobierno y las ideas-acción de éste. Alejado de las características de la prensa partidaria (El Siglo) y de los excesos de la popular (“Clarín”, “Puro Chile”), El Diario Color, surgió en Concepción como un útil instrumento capaz de enfrentar los cada día más desafiantes mensajes de la prensa opositora.
“Nuestras columnas estarán abiertas al pueblo, a los trabajadores, a la juventud, al hombre de empresa honesto y progresista y al político de acción. Pero por sobre todo a ideas señeras y matrices como la Nacionalidad, la Libertad, el Socialismo y la Democracia. Creemos que en estas palabras está el futuro de nuestro tan amado Chile”, puntualiza el comentario editorial del primer día.
En una provincia con un electorado de clara tendencia izquierdista y sin un medio propio que diera satisfacción a sus intereses, el diario se convirtió en un acertado narrador, comentarista y participante del conflicto político que vivía el país. Su línea editorial seria y ponderada, le valió la confianza de una gran masa de lectores. Ediciones dominicales de 50 mil ejemplares lo demostraron. Hubo, además, innovaciones tecnológicas y periodísticas que contribuyeron, igualmente, a su exitosa circulación: impreso en offset y fotografía en color, en lo tecnológico; un diseño atractivo, suplementos orientados a segmentos de lectores y nuevas formas de presentación de las noticias, en lo periodístico.
“Cuando muchos esperaban ver nacer un nuevo diario de oposición, se encontraron con la sorpresa de que en la provincia aparecía un órgano distinto, que en sus páginas no destilaba ni destila odio, no hacía ni hace de pitoniso de grandes catástrofes nacionales, sino que sin mostrarse incondicional del gobierno de Allende, si le prestaba su apoyo leal y sincero”. Editorial del 1° de julio de 1973.
El periódico desde sus inicios, sin embargo, siempre debió enfrentar problemas financieros. La inversión fundacional fue de 300 mil dólares para equipamiento y 2 millones de escudos respaldaron los trabajos para habilitar como sede el sitio que ocupaba una añosa bodega, en la calle Maipú al llegar a Colo Colo. La inversión publicitaria en todos los años de circulación no permitió, sin embargo, la necesaria estabilidad. En octubre de 1972, a raíz de la situación crítica que vivía el país, y ante la imposibilidad de la empresa de cancelar las cuotas del crédito otorgado por el Banco del Estado para la adquisición de maquinarias, los accionistas de la primera hora, de la Sociedad Periodística Chile Limitada, empresa creada en 1969 por Nuncio Ready Zablah para fundar El Diario Color, luego de haber comprado el matutino La Patria, venden parte de sus títulos a Jorge Peña Delgado e Iván Quintana. Representaban a los partidos Socialista y Comunista respectivamente. Estos comienzan a controlar la línea editorial del medio, pese a la existencia de un 50% de las acciones en manos de personas ligadas a la Democracia Cristiana.
El golpe de estado del 11 de septiembre de 1973 troca en forma dramática la línea editorial de El Diario Color. Ese aciago día el editorial llevaba por título, “Una salida constitucional”.
Es el único diario, “allendista” del país al que se le permite circular el 12 de septiembre. Lo hace sin el comentario editorial. Un artículo trascendente sólo para los protagonistas titulado “Austria e Italia Escriben Juntas su Historia” (…), ocupa el espacio que cotidianamente se le destinaba. Su publicación estuvo interrumpida durante ocho días. Es reinserta en la edición del 20 de septiembre y el elocuente título fue “El trabajo es la única receta”.
El cambio también afecta a la empresa. Desaparecen los accionistas ligados a los partidos Socialistas y Comunistas, por expropiación de sus bienes. La sociedad queda reducida al Fisco, con la propiedad de un 50 por ciento de las acciones, y a Nuncio Ready con la otra mitad.
A partir del 24 de mayo de 1974, el Fisco junto a la empresa Sociedad Periodística del Sur, toman el control el diario. Todavía no existe claridad cómo SOPESUR, se incorpora a la propiedad del medio. Se ha especulado que Nuncio Ready le habría traspasado sus acciones, cosa que éste niega. Es más, reclama aún el Estado la devolución de sus bienes. La
La coadministración Fisco- Sopesur lleva al rotativo a un irrestricto apoyo al gobierno militar. El 12 de marzo de 1975, con ocasión de conmemorarse el 4° aniversario, el presidente del Consejo, Julio Serrano Lamas puntualizaba que “El Diario Color es un vocero activo de los programas y metas de la reconstrucción nacional y ha puesto sus columnas al servicio de todas las iniciativas de bien público abordadas por las diversas autoridades de la región, esforzándose por desarrollar un periodismo limpio, objetivo, ponderado, ajeno al sensacionalismo diario, la difamación, la explotación comercial de las miserias humanas o el manejo malintencionado de la información. A tono con las exigencias de la nueva hora que vive nuestra patria”.
Corre el año 1976 cuando el Fisco se retira de la Sociedad dado lo inviable de ésta. SOPESUR continúa un año más, durante el cual imprime en los talleres del diario Color un cuerpo de 16 páginas con noticias nacionales e internacionales que remitía a “La Prensa”, de Osorno; “El Correo”, de Valdivia; y al “Diario Austral”, de Temuco para que fuera insertado en ellos. Esto y la falta de recursos para pagos de remuneraciones al personal, acciones judiciales de por medio, aceleraron el fin del diario, cuyo último número circuló el 17 de diciembre de 1977.
Tres periodos muy claros había registrado la línea editorial del El Diario Color durante todo ese tiempo: de una condición de independiente ligado a la Democracia Cristiana se convierte en fiel adherente al programa de la Unidad Popular, para, finalmente, en su última etapa, asumir como vocero oficial del gobierno militar en la zona.
El Fisco asume la deuda de la empresa y transfiere maquinaria y propiedades al ministerio de Bienes Nacionales, que a su vez los transfiere a Radio Nacional de Chile. Esta, finalmente, los vende, a la Universidad de Concepción, que sobre esa base realiza una inversión adicional y funda la Editora Aníbal Pinto, en cuyos talleres por espacio de un año, durante la rectoría de Guillermo Clericus, se imprime el diario La Discusión, de Chillán, en la misma rotativa que lanzó “El Diario Color”, en 1971.
Hugo Olea M
Publicado en la revista ESTUDIOS DE PERIODISMO, CARRERA DE PERIODISMO UNIVERSIDAD DE CONCEPCION.
Referencias:
CABALLERO, CLAUDIA, “El Diario Color 1971-1977”. Depto. Comunicación Social. Seminario de Título, Carrera de Periodismo. Universidad de Concepción. 1997.
BORRAT, HECTOR, “El periódico Actor Político” Editorial Gustavo Gilli, Barcelona. 1989.
DOONER, PATRICIO, “Periodismo y Política: La prensa de Izquierda en Chile (1970 – 1973)”. 1ª Edición. Ed. Instituto Chileno Estudios Humanísticos. Santiago. 1985.
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