La vida nunca es fácil, la profesión que eligió tampoco
Un buen periodismo como bandera de luchaCon una historia agitada y fructífera ha dejada una huella profunda en su numeroso alumnado y ha escrito parte de la historia de la comunicación social en Concepción
Por María Andrea Nass Kruuse *
Al preguntarle como se siente con su vida, dice que “bien”. “Muy bien”. Podría pensarse lo contrario por la enfermedad que muestran sus manos y por afirmarse en un bastón para caminar. Sin embargo el es feliz y se le nota. La calidez con que atiende a las personas y la sencillez que muestran sus palabras son de un hombre que ha vivido, de ésos que han sabido hacerlo y que se sienten felices por lo que son.
Nos sentamos a conversar, él con su mejor disposición, yo con mis mejores preguntas. Lo que me contó fue lo siguiente:
Llegó a este mundo un 12 de diciembre de 1934. Se crió en Concepción junto a su familia demostrando desde muy pequeño el interés por saber de todo un poco. Comenzó estudiando en una escuela pública y años más tarde se licenció en el Liceo de Hombres. Ya a esa edad empezaba a participar y colaborar en el periodismo mandando cómics a la revista Topaze.
“El periodismo es mi pasión”
Lo que vino después fue lo esperado para quién gusta de un conocimiento profundo de la realidad social. Ingresó a la escuela de periodismo de
Hombre muy profesional, esforzado y de fuertes convicciones siempre desempeñó sus tareas con el corazón. No dejó de poner un sólo trozo de alma a cada trabajo que emprendía. Con estas cualidades y el tesón que lo caracterizaba se formó un curriculum tan grande como la pasión que tiene por la vida. Trabajó en diarios, revistas, radios y colaborando en algunos canales televisivos. Fue primer reportero de diario El Sur. Jefe de informaciones del diario
De esta manera su trayectoria y participación en los medios locales se hace cada vez más extensa y recurrente.
Aun atendiendo a todas éstas actividades, Carlos Godoy no dejó nunca de lado la vocación por la enseñanza. En universidades, institutos y colegios gozaron de la presencia de este ágil periodista. Sus mejores años los dedicó simultáneamente a trabajar en distintos medios y a la tarea de educar. De ésta manera hizo clases en el liceo de niñas, el colegio Concepción, los institutos Duoc y Santo Tomás y las universidades de Concepción y San Sebastián. Dirigió los diarios “El Cronista” (que se editó en Santiago durante el gobierno militar), y la “Discusión de Chillán”. Y de su jefatura en radio, estuvo a cargo de Radio Universidad de Concepción y de Radio Nacional de Chile sede local.
Luego de indagar tan profundamente en lo profesional, e informarme con detalle de sus actividades, no quedaba más que inmiscuirme en su vida privada. Uno se pregunta cómo ha sido su vida personal y si su trabajo ha afectado las relaciones de pareja. Con respecto a eso el comenta“me he casado tres veces, claro que sólo la primera por
Hoy, Carlos Godoy tiene 67 años. Se refugia en su oficina y se esconde en los libros de los que dice son la mejor herramienta para convertirse en periodista. Comentando éste tema, reafirma lo que a menudo se escucha en boca de docentes. Que la lectura continua y crítica de todo tipo de textos es la herramienta principal para desempeñar un buen trabajo en su profesión. Critica y se manifiesta totalmente en contra de aquellos alumnos que entran a la carrera sólo para satisfacer sus ansias de ser famoso y de figurar. “En mi tiempo no era así” afirma. “En ésos años se leía mucho más y debíamos saber mucho más. No buscábamos la fama”.
Al preguntarle sobre la calidad de los profesionales y la actitud tomada por ellos en algunas entrevistas, dice que la prepotencia no es ni será un arma eficiente para obtener la información. “Algunos piensan que tirando un carné de reportero sobre la mesa van a tener las declaraciones de inmediato y las cosas no funcionan así”. Carlos Godoy es un hombre de límites y establecimiento de reglas. Reclama que sacaron materias tan importantes de los colegios como educación cívica, donde les enseñaban a respetar los héroes y valores patrios. Ahora- dice- cualquiera se ríe de Prat ó de O’Higgins. Y eso no debe ser. Se deben respetar ciertas reglas.
La vida no siempre es tan bella
Reconoce que la vida no es fácil y la profesión tampoco. Ha soportado la cesantía y padecido graves enfermedades. En septiembre de 1973, cuando se iniciaba el gobierno militar en nuestro país, la autoridad universitaria lo puso a cargo de
Del tema salud, él si que conoce de enfermedades. Me cuenta que actualmente ingiere siete pastillas diarias para sentirse bien. Todo comenzó cuando hace doce años le diagnosticaron una artritis reumatoídea maligna, seguida tiempo después por una polineuritis periférica. Ésta última enfermedad lo tuvo un mes hospitalizado ya que perdió la sensibilidad en manos y pies. “Al principio fue terrible. No me daban mucho tiempo más de vida. Incluso un cura me fue a dar la extremaunción. Al principio lo único que sentí fue rabia. Después unas enormes ganas de vivir y luchar para recuperarme”. Estuvo un mes en cama, cuando nadie lo veía se bajaba de ella para intentar caminar, hasta que un día lo sorprendió una enfermera y en menos de un segundo lo volvió a su sitio con el reto que ésta le dio. Ha sufrido tres infartos y tiene diabetes. Camina con un bastón, pero no hay nadie que lo detenga. El confirma la tesis de que estar activo mentalmente es lo primordial.
Una mirada a la actualidad
Cuando habla de gobierno, dice ubicar desde hace muchos años al presidente Lagos. Cuando trabajaba en el diario El Sur, le correspondió traducir un artículo de la revista Time que hablaba sobre un libro escrito por un chileno. Este autor era el actual presidente, que en ésa época sólo contaba con veinte años de edad. Respecto a su desempeño en el gobierno, el lo evaluaría con nota cuatro. Porque piensa que si bien es un hombre honesto y que tiene buenas intenciones para su país, no ha sabido mantener el orden bajo su mandato y se ha lesionado el desempeño de toda la administración del Estado.
Con respecto a la reciente guerra producida por Estados Unidos en Iraq, dice que el presidente Bush no tuvo ninguna justificación que legitimara el ataque y que la guerra sólo estuvo impulsada por el afán expansionista de tener a todos los países árabes bajo su dominio. Ante este hecho y el pensamiento y apoyo que debieron dar los otros países, es tajante al afirmar que el presidente Lagos debió haberse opuesto desde el primer momento y con más convicción de la que lo hizo.
*Andrea Nass es periodista, egresada de la Universidad de Concepción. La entrevista la realizó en la asignatura de Periodismo Interpretativo, en 2005.
1 comentario:
Gracias... así es mi padre.
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